martes, 2 de diciembre de 2008

¿Ha llegado el ser humano a la cumbre de su propia evolución?



Bueno, se me ocurre poner este post en base a una amena conversación familiar acerca de la selección natural aplicada al ser humano. Se planteaba la cuestión de si el ser humano había conseguido alcanzar el nivel de complejidad tal de forma que fuera capaz de zafarse de la selección natural aplicada a él mismo.
Cabe reseñar que coloquialmente se entiende como selección natural a la supervivencia del más fuerte o del más adaptado. Sin embargo cabe reseñar que no siempre los mejores adaptados son los más aptos para la persistencia de una determinada especie a lo largo del tiempo, es más bien la capacidad o eficiencia reproductiva la que pone cotas a la supervivencia de una especie. Si una población A es más eficiente a la hora de generar descendencia que una población B, aunque B esté más capacitado para otras cosas como la caza, la obtención de alimentos, o el cuidado parental, es más probable que A tenga más exito a lo largo del tiempo. Ya que mientras A esté generando más descendencia, aumentará la variabilidad genética (descendencia paulatina con modificación) a lo largo del tiempo. Con una mayor variabilidad genética en una población dada se aumentan las probabilidades de que, frente a cualquier tipo de acontecimiento, como la intromisión de una nueva población demandante de los mismos recursos, o la aparición de un nuevo depredador, o incluso un cambio ambiental, haya más posibilidades de que algún individuo o subpoblación de A esté más capacitado para afrontar estas nuevas condiciones.
El motor de la evolución está compuesto por dos turbinas principales: Descendencia con modificación, es decir, cambios aleatorios en el código genético que se propagan a lo largo de las generaciones. Selección natural, distinción de unas poblaciones frente a otras o unos individuos frente a otros por su eficiencia reproductiva, las poblaciones con una mayor variabilidad genética generada por un mayor ritmo de reproducción tendrán más posibilidades de perdurar a lo largo del tiempo.

Se ponía por caso que un depredador altamente adaptado a su entorno tal como un león, un leopardo, guepardo, etc, no tienen muchas posibilidades de sobrevivir frente a acontecimientos tales como un cambio brusco del clima, un accidente con lesión de alguna pata, una enfermedad, etc. Un animal lesionado o enfermo tiene pocas posibilidades de ser lo suficientemente competitivo en su entorno como para tener su propia descendencia. Por lo que los genes que persistirán a una serie de cambios serán los de los animales que hayan podido superar las crisis y generar descendencia.
Mientras, los seres humanos hemos llegado a alcanzar tal punto de sofisticación que no importan cosas como éstas, ya que tenemos calefacción o aire acondicionado para los cambios bruscos de temperatura y tenemos los hospitales para los accidentes y las enfermedades. Incluso enfermedades genéticas tales como el cáncer pueden persistir en los acervos genéticos humanos a lo largo del tiempo ya que puede no suponer una desventaja a la hora de tener descendientes.
Se podría deducir pues que el ser humano escapa a los acontecimientos que puede causar selección en una determinada población de individuos, ya que tiene la capacidad necesaria como para afrontar las distintas trabas u obstáculos que se le impongan a lo largo de su vida.
Esto podría llevarnos a pensar que en sociedades de alto nivel de vida las probabilidades de la supervivencia de los genes a lo largo del tiempo es mayor que en países tercermundistas, ya que el mejor nivel de vida puede provocar un mejor cuidado de la descendencia durante un mayor número de años. Sin embargo en sociedades de alto nivel de vida, las familias tienen pocos hijos a lo largo de su vida (dos o tres en promedio) mientras que las mayores proles se dan precisamente en países en vías de desarrollo. Mientras que en sociedades de alto nivel nos preocupamos más por la calidad de vida de la descendencia (que tenga salud, trabajo, casa y genere su propia descendencia), por lo que podríamos decir que tratamos más de evitar la selección de unos genes sobre otros. En otras sociedades la prioridad es tener hijos, aunque su calidad de vida no se pueda comparar, por lo que podría decirse que tratan de centrarse en el otro pilar evolutivo que es la descendencia modificada.
Incluso en sociedades de alto nivel de vida se da el caso de que preferimos pasar parte de nuestra vida dedicados a nosotros mismos, sin generar descendencia. Lo que acentúa más la sensación de escapamos en cierta medida a la selección natural. Sin embargo es impepinable que si la población mundial aumenta año tras año y precisamente la natalidad en países de alto nivel de vida va descendiendo, ello implica que la natalidad debe estar aumentando en otros países.

De cualquier modo se deduce que los dos motores evolutivos están presentes en todas las poblaciones humanas, en unas poblaciones se prioriza la selección de genes (en el sentido de tratar que no haya selección) frente a la variabilidad genética de otras, y que habrá más probabilidades de que se produzca selección natural en poblaciones de mayor variedad genética, por lo que mientras existan poblaciones con una alta tasa de reproducción, seguirá actuando la selección natural en la especie humana.

Por otro lado cabe reseñar que el cambio evolutivo no tiene porqué generar siempre nuevas especies, o lo que es lo mismo, un parón en la aparición de nuevas especies no significa que la evolución se haya parado. Generalmente está implicado el factor del aislamiento en la aparición de una especie nueva, es decir, si dos poblaciones se separan geográficamente (por ejemplo, dos continentes que se separan) de forma que se aislen una de otra, es posible que en dichas poblaciones aparezcan individuos incapaces de reproducirse entre sí, con lo que podríamos hablar de una especie nueva (aunque el aislamiento entre poblaciones no tiene porqué ser estrictamente de índole geográfico). Mientras, queda patente la mezcolanza poblacional de las sociedades humanas, pero esto no significa que se pare la evolución, los motores principales de la evolución siguen funcionando en la especie humana aunque no haya aislamiento poblacional.
Recurriendo al aislamiento geográfico podríamos pensar que poblaciones humanas quedarían aisladas por ejemplo cuando empecemos a colonizar otros planetas. Si una población de seres humanos se embarca en una larga travesía de colonización hacia un planeta lejano, en un viaje de muchas generaciones, podríamos pensar que al cabo de un tiempo se hubiese generado una nueva especie.

Después de esta breve exposición de la evolución natural aplicada al ser humano, me inclino a pensar que la especie Homo sapiens seguirá evolucionando aunque quizá al principio no haya cambios morfológicos apreciables.


P.D.:
La imagen de la entrada del artículo, puede dar la impresión de que la evolución que ha seguido una rama concreta de los simios hasta nosotros ha sido una evolución lineal al estilo de una cadena y que chimpancés, gorilas, orangutanes y otros simios modernos son "eslabones" anteriores de la evolución del hombre.
Bueno para resolver este aparente conflicto he puesto la siguiente imagen para esclarecer que la evolución no es sino un gigantesco y complejísimo árbol que se ha visto podado en numerosas ocasiones (ocasiones conocidas como eventos de extinción), y que chimpancés, gorilas y orangutanes no son eslabones perdidos ni nosotros la culminación de la evolución de los simios, sino que chimpancés, gorilas, orangutanes, etc, son tan complejos y evolucionados y están en la misma cumbre que nosotros los humanos.



La finalidad de poner la imagen del principio no es dar la impresión de que el ser humano haya seguido una evolución lineal, sino que simplemente me centro en el cambio de la forma, y por esto pongo un interrogante al final y dejo la pregunta abierta, ¿seguirá el ser humano cambiando gradualmente su forma?. Yo apuesto a que sí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego que la conversación estuvo muy interesante. Yo mantenía, y sigo manteniendo que no podemos escapar a la selecció natural puesto que la selección natural no es nada en concreto, es simplemente la "cristalización de la patente diferencia entre los individuos". Las diferencias entre tú y yo, manitou, entre nuestros primos o entre nuestros amigos se harán visibles cuando tengamos distintas eficacias biológicas, esto es, quién tendrá más prosperidad en cuanto a hijos que generen descendencia. La evolución simplemente es la consecuencia de la reproducción, de ahí que para que no evolucionásemos tendríamos que ser "literalmente inmortales" y no tener, si quiera, la necesidad de generar clones de nosotros mismos.
En fin, que el ser humano no ha parado de evolucionar y seguirá haciéndolo mientras siga reproduciéndose. Otra cosa es qué surgirá de esa evolución. Tal vez seamos más guapos o más altos (porque podamos dirigir nuestra propia evolución según los patrones de belleza que se impongan en la sociedad, o con menos rabadilla y menos muelas. En fin, quién sabe.

Anónimo dijo...

Por cierto, que la idea de que los humanos evolucionarán de forma distinta en distintos planetas me parece bastante interesante, aunque quizás no vivamos para entonces.
Pero seguramente que será así, al igual que en distintos países, los individuos no son exactamente iguales físicamente (¡cuidado que sí lo son en cuanto a derechos y deberes eh!). De ahí que los noruegos sean más rubios y con ojos azules que nosotros los ibéricos.

Anónimo dijo...

Por cierto, no me ha gustado nada la ilustración. Es un pecado hoy día para un evolucionista una ilustración de la evolución humana así, jejeje. ¿Es que no te acuerdas de Gould en su libro "la vida maravillosa"?. Esa ilustración induce a pensar que la evolución tiene un sentido o una tendencia hacia la complejidad del ser humano, lo que sugiere una visión homocéntrica del proceso. Porfi, anda, cambia el dibujito no?. jejeje

Juanma dijo...

Vale, es cierto que la imagen induce a pensar en una evolución lineal en lugar de ramificada como es el caso, pero si podas el arbol evolutivo de todas las especies biológicas hasta quedarte con la rama del hombre, ¿no parecería lineal?
En la imagen no se pretende que la figura de la izquierda sea un chimpancé moderno o un gorila sino que seguramente, nuestro antecesor más lejano es más parecido a la figura de la izquierda que a la de la derecha, y, puesto que yo no creo que la evolución de saltos grandes, debe haber una infinidad de formas intermedias entre la figura de la izquierda y la figura de la derecha.
El núcleo de la imagen, obviamente, es el interrogante y de las imágenes que pululaban por google (que no me gustaba ninguna) me ha parecido adecuada ésta para editarla y añadir el simbolito de la interrogación.

Pero bueno, si te molesta mucho pondré una imagen ramificada de la evolución humana y dejaré esta para el final del artículo.

Saludos!.

Juanma dijo...

Bueno al final he dejado la imagen "incómoda" al principio, pero he puesto una nota aclaratoria al final.

Espero que el que tenga interés llegue al final del texto, o por lo menos se fije en la segunda imágen.


Saludos.

ozan dijo...

amina koydugumunun denyoları sizi be

Juanma dijo...

Ein?