miércoles, 28 de enero de 2015

Si la Tierra se muere, ¿será el viaje interestelar nuestra salvación?



Esta entrada viene a cuenta del siguiente enlace:


Una interesante reflexión del futuro de la humanidad en caso de que la Tierra se vuelva inhabitable.
Trata los típicos temas que suelen salir cuando se habla de este asunto: desde los viajes interestelares a través de agujeros de gusano, hasta la terraformación de planetas.

Obviamente, suscribo todas y cada una de las opiniones que el autor indica en el artículo, pero hagamos un breve repaso de ellas:

Viajes interestelares
Viajar a otras estrellas en busca de planetas habitables por el ser humano es, hoy por hoy, fantasía (yo ni siquiera lo catalogaría de ciencia ficción). Requiere de unas hipótesis muy radicales y una física demasiado hipotética (crear y mantener agujeros de gusano, utilizar agujeros de gusano naturales ya existentes cuyas aperturas estén milagrosamente cerca de los sistemas estelares necesarios, el viaje superlumínico, etc).
El viaje interestelar a velocidad sub-luz es demasiado lento, se tardarían generaciones enteras (cientos, o miles de generaciones) en viajar siquiera a estrellas cercanas con planetas habitables. Para cuando llegáramos a nuestro destino, ya nos habríamos habituado tanto a vivir en el espacio, que ni nos acordaríamos de lo que era vivir en un planeta (y puede que ni quisiéramos).

Terraformación
La idea consiste básicamente en transformar un planeta de forma que, aunque no sea habitable a priori, consiga serlo con las transformaciones adecuadas.
Teniendo en cuenta que la Tierra tardó unos 3000 millones de años en tener un aspecto siquiera reconocible o parecido al que tiene ahora, no cabe duda de que alterar químicamente una atmósfera planetaria  de forma que tenga las propiedades adecuadas, incluso con una tecnología muy avanzada, es algo que tardaría demasiado tiempo (pongámonos optimistas y supongamos que pueda conseguirse en unos pocos millones de años). La historia humana se remonta a unos pocos miles de años, un lapso de tiempo de millones de años es un período de tiempo inconcebiblemente largo en la que la en la civilización puede pasar de todo.

Incluso aunque fuera técnicamente posible, aún así no valdría cualquier planeta para terraformarlo.
Ultimamente se ha hablado  mucho de terraformar Marte, pero Marte carece de varias características vitales para parecerse siquiera a la Tierra: Tiene una masa muy inferior, lo que hace que la gravedad en su superficie sea mucho menor, y, por otro lado, carece de tectónica debido a un núcleo inerte, por lo que carece de un mecanismo natural que aporte gases de efecto invernadero, y que forme un campo magnético que desvíe hacia los polos las emisiones de partículas de plasma del Sol.
Con ello Marte no nos serviría (y Venus mucho menos) por lo que habría que buscar fuera de nuestro sistema solar un planeta que terraformar, y si ya te tienes que ir fuera, pues ya buscas uno habitable en lugar de uno para terraformarlo, con lo que estamos en el apartado anterior.

Mundos artificiales


Esta es la única apuesta válida y científicamente razonable. Crear plataformas artificiales giratorias con sus propios sistemas de soporte vital.
La gravedad artificial puede conseguirse fácilmente mediante la rotación de la plataforma, pero aún así no cabe duda de que supondría un reto técnico muy importante poder tener una atmósfera respirable, que se recicle periódicamente, un sistema de reciclaje de residuos, paneles solares para la obtención de energía, y tecnología para extracción de recursos desde asteroides o cometas.
Una nave de este estilo, como la de la imagen de portada de este artículo, no tendría problemas en situarse en órbita alrededor de un cometa y desplegar sondas para recoger agua, o en asteroides para recoger metales o minerales. 
Inicialmente, la población de una nave de estas características no sería muy elevada, sólo unos cientos o miles de personas. Pero poco a poco, a modo de ciudades o incluso ciudades-estado, la humanidad podría ir fletando estas naves e ir construyendo un modelo de civilización cuyos habitantes aprendieran a vivir en el espacio, habituados a la gravedad artificial y a las restricciones de vivir en una estación.
Puede parecer incómodo al principio o agobiante, pero yo creo que poco a poco la humanidad se adaptaría, y acabaría por olvidar lo que era vivir anclado en un planeta.

Nota:
La imagen de portada está sacada de un juego al que estoy jugando últimamente: "Elite:Dangerous", que es un juego de naves espaciales pero que trata de recrear lo más científicamente posible nuestra galaxia, la Vía Láctea. Ya de entrada me pareció un acierto que las estaciones fueran de la forma correcta, es decir, que al menos tuviesen sistemas de anillos de gravedad artificial. El juego permite la exploración de hasta 400 mil millones de sistemas estelares (si, el número es correcto) con sus propios planetas y estaciones que han sido recreados usando información astronómica real y modernas teorías de formación planetaria.

No me cabe duda de que, si la humanidad tiene que emprender en el futuro una huida del planeta Tierra, la única forma real y físicamente factible, es la de empezar a habituarse a vivir en el espacio en estaciones similares.

Aquí os dejo un enlace a google con imágenes del juego:
https://www.google.es/search?q=elite+dangerous+space+stations&espv=2&biw=1147&bih=710&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=i7vIVNupH4SuU863gtAB&ved=0CCAQsAQ


1 comentario:

Joakin dijo...

Y sobre todo deberíamos tener mucha psicología para desarrollar una sociedad que no aabe en la extinción, quizás a ea éste el mayor reto.