sábado, 15 de enero de 2011

¿Y tú qué sabes? (Parte I)



Este post (y algunos que vendrán después) está dedicado a un documental que se ha hecho mucho eco en internet, titulado "¿Y tu que sabes?", y que, particularmente, no me preocuparía mucho de no ser que incluso ha llegado a salir en la 2 hace no mucho tiempo.
No me gusta hacer publicidad de este tipo de cosas, pero creo que merece la pena hacer un análisis exhaustivo de todo lo que se dice y aclarar algunas cosas.
El video está repartido en bastantes trozos. Aqui va el primero:



El vídeo comienza indicando que el universo es como un océano infinito de posibilidades, y que el instrumento adecuado para comprender las posibilidades es la mecánica cuántica. Durante todo el video se menciona la mecánica cuántica, pero en ningún momento se hace un intento serio por explicar lo que es. Dicen "Es, en un sentido sencillo, la física de las posibilidades". Bueno, esto es correcto en parte. La mecánica cuántica incorpora un marco probabilístico intrínseco debido al principio de incertidumbre. Con el principio de incertidumbre se abandona el concepto clásico del determinismo y se indica que sólo es posible establecer probabilidades. Pero un aspecto crucial de la mecánica cuántica que no tampoco aparece en ningún momento, es que la mecánica cuántica sólo se debe utilizar para estudiar el comportamiento de la materia a muy pequeña escala, en la escala de los átomos y las moléculas. A gran escala, en la escala de los humanos, se debe seguir aplicando la mecánica clásica, ya que los efectos de la mecánica cuántica a escalas grandes son insignificantes y no alteran significativamente el resultado de aplicar la mecánica clásica. Uno de los problemas actuales de la ciencia es reconciliar el aspecto microscópico de la mecánica cuántica con el entorno clásico en el que nos desenvolvemos. Pero esto es aún un campo teórico de la física sujeto a estudio.

Por lo tanto, debemos tener muy claro a lo largo de los vídeos, que no se puede aplicar la mecánica cuántica indiscriminadamente, no se puede usar para todo, y no se pueden tener en cuenta las extrapolaciones aplicadas a nuestro entorno habitual a partir del comportamiento de un puñado de partículas elementales.
Un ejemplo de esto es cuando se menciona que pueden existir simultáneamente diferentes historias de la vida de una persona. Esto, que sorprendentemente es cierto a nivel subatómico, no puede extrapolarse a nuestro entorno cotidiano porque, a medida que el sistema se hace más complejo, muchas probabilidades se cancelan entre sí dando lugar a úna única historia, una única posibilidad.

Luego de esto, el video se centra en la cuestión de qué es la realidad, y qué relación tiene lo que percibimos por nuestros sentidos con la verdadera realidad. Con ello se intenta conducir al espectador, al concepto de que, puesto que la realidad es subjetiva de cada persona, se puede "alterar" o "conducir" de modo que las cosas sucedan del modo en que queramos que sucedan. Según ellos, puesto que la mecánica cuántica permite todas estas posibilidades, entonces debe ser cierto. Nuevamente quiero reiterar que la mecánica cuántica no se pronuncia de ninguna manera al respecto. Lo que realmente indica la mecánica cuántica no tiene ninguna relevancia en la vida diaria de las personas.

En este segundo vídeo se profundiza en el tema de qué es la realidad:


¿Es la realidad lo que perciben nuestros sentidos?, ¿o es en verdad lo que interpreta nuestro cerebro?. Bueno aquí merece la pena considerar cuál es el propósito de los órganos sensoriales. Los órganos sensoriales han tenido un largo y continuo proceso evolutivo de perfeccionamiento a través de cientos de millones de años en el que las criaturas cuyos sentidos estuviesen más afinados tenían más probabilidades de supervivencia. En este sentido, los órganos sensitivos son las herramientas más cruciales de los que dependen los organismos para la supervivencia. Es por ello por lo que no puedo pensar que nuestros sentidos nos estén contando algo diferente de lo que hay en el mundo real, puesto que los sentidos sirven para interaccionar con el mundo real. Una imagen falsa del mundo real no conduce a la supervivencia.
De la misma forma, se indica que nuestro cerebro sólo maneja un pequeño porcentaje de la información que recibe. Dicen que nuestro cerebro discrimina automáticame otras informaciones, que estamos condicionados para recibir una parcela determinada de realidad. Ponen el ejemplo de que los nativos americanos no pudieron ver las los barcos de los españoles porque sus cerebros ocultaron automáticamente dicha información visual al no considerarla relevante. Lo que sucede en realidad es más bien al contrario, nuestro cerebro discrimina primero lo que es más habitual, lo anómalo o lo extraño es lo primero en ser percibido, puesto que puede suponer un peligro para nuestra supervivencia.

Bueno, sólo llevo dos vídeos y apenas un cuarto de hora de visionado, pero me parece que he dejado claras las bases para refutar los argumentos principales de lo que se cuenta en el documental.

Hasta la próxima entrega.

4 comentarios:

joakin dijo...

La verdad es que el programilla puede estar interesante en cuanto a las preguntas. "Qué es la realidad" y cuánto participa nuestra mente en ella me parecen cuestiones muy interesantes. Sin embargo, creo que el planteamiento va demasiado lejos. Da demasiado protagonismo a la mente. Como si la mente pudiera "fabricar" la realidad. De hecho, los caribeños sí vieron "la nave" (una nave, que no una armada ni una flota), que llegó a Santo Domingo. Igual que los nativos norteamericanos sí vieron a los caballos aún cuando no los conocían. De hecho, nosotros podemos percibir objetos microscópicos que nunca hemos visto ni imaginado.Así pues, en mi opinión, el cerebro sí puede ver cosas que no conoce previamente. Y aquí radica la cuestión de todo. Nuestro cerebro ve "cosas", objetos, sólidos. Oye vibraciones, ondas mecánicas. Percibe radiación electromagnética. Todo lo que no sea materia o radiación, el cerebro no puede percibirlo. Incluso podemos dilucidar la existencia de cosas que no vemos. Así pues, nuestro cerebro, en mi opinión, está sobradamente preparado para percibir la parte más notable de la realidad.

joakin dijo...

Ahora bien, ¿es la mente es un elemento activo de nuestra realidad?. Quizás sí, pero no la fabrica. Si fabricara la realidad, ¿de dónde partiría?, ¿qué herramientas tendría para fabricarla o modificarla?. Es cierto que pueden existir "aspectos" que pensábamos que eran reales y quizás no lo sean tanto. Un ejemplo podrían ser los colores. Cada cerebro es posible que se invente los colores. Aunque cada uno viéramos colores distintos, seguiríamos viendo colores. Los colores existen en tanto en cuanto existe una radiación que sirve de base. El sonido existe en tanto en cuanto existe una onda mecánica que sirve de base. ¿Es posible que un animal ciego "vea" colores?. Quizás sí. Pero siempre en reacción a una realidad percibida. Es posible que un murciélago vea la realidad percibida por el sonido en forma de colores. ¿Quién sabe?. Pero el caso es que la mente no se inventa nada nuevo en realidad, no inventa la realidad, inventa una manera de interpretarla. Cuanto más ajustada esté esa interpretación a la propia realidad, mayor posibilidad de supervivencia. Así pues, en mi opinión, podemos estar tranquilos: lo que percibimos a través de nuestra mente se aproxima bastante bien a la realidad exterior.

Juanma dijo...

Completamente de acuerdo, yo lo que veo absurdo es que el cerebro se quede en blanco con cualquier cosa que sea desconocida, pues lo desconocido puede ser peligroso para la supervivencia. Un cerebro fabricado de esta forma no habría durado mucho tiempo en nuestra larga historia evolutiva.
El "como" se codifica la información en el cerebro es lo de menos, da igual que a las percepciones las traduzcamos en sonidos, colores, sabores, etc, lo importante es interaccionar con el mundo físico y sobrevivir a sus peligros. Se puede deducir que las especies que lo consigan tienen una información que se aproxima mucho a la realidad.
Y aunque es cierto que el cerebro invente cosas, no es inventar la realidad, sino inventar el lenguaje de codificación. Inventamos los colores para distinguir frecuencias de radiación, sonidos para distinguir frecuencias de ondas mecánicas, sabores para precibir diferentes concentraciones de compuestos químicos, etc.

joakin dijo...

Yo no lo podría haber expresado mejor. Pienso que llevas razón, nos "inventamos" un lenguaje para codificar e interpretar la realidad, pero no nos inventamos la propia realidad.