Es bastante largo y recomiendo su NO visionado, y mucho menos recomiendo leer la enorme parrafada que me he tirado escribiendo una mañana entera. Es una enorme pérdida de tiempo.
Avisados quedáis ;-)
Fe y Razón
Conferencia de Pablo Domínguez
Comienza hablando sobre la inquietud del hombre por conocer
la verdad. Mi opinión al respecto no deja de ser la de siempre, es un mecanismo
de seguridad, conocer lo que no se conoce da seguridad, es un mecanismo evolutivo
de preservación biológica.
Describe a la Ciencia como un sistema, que cuando hacemos
ciencia construimos sistemas interconectados para describir la realidad como un
todo. No es del todo una descripción incorrecta, pero no deja de ser muy vaga y
muy imprecisa. Para empezar se le olvida
comentar que cualquier procedimiento científico comienza con la
observación de la realidad. La fase de toma de datos. Sin esos datos, que después
deben ser analizados, no se pueden elaborar hipótesis que permitan explicar los
fenómenos observados y no se pueden elaborar teorías que permitan hacer
predicciones sobre el estado futuro del sistema o de la parcela de realidad
estudiada. Por ejemplo, Las leyes de Kepler con las cuales se relacionan las
leyes de Newton, y , a la postre, la Teoría general de la relatividad de
Einstein, no hubieran sido posibles sin la tediosa y larga tarea de toma de
datos de cuerpos orbitales que hizo Tycho Brahe.
Una vez elaborada una teoría, dicha teoría debe ser capaz de
elaborar predicciones, y dichas predicciones deben comprobarse con una nueva
fase de toma de datos a través de experimentos directamente enfocados a buscar
pruebas de dichas predicciones. Por ejemplo, el modelo estándar de partículas
predice la existencia del bosón de Higgs, dicha predicción debe ser puesta a
prueba en los aceleradores de partículas hasta poder confirmar dicha
predicción.
Se trata de una construcción de sistemas, sí, pero hay que
tener presente la forma en que se elaboran dichos sistemas (basándose en
observaciones y mediciones de parcelas de la realidad) y el impacto que dichas
construcciones teóricas tienen sobre el mundo real (es decir, realizando
experimentos que comprueben la validez de las predicciones). Así es, en líneas
generales, como funciona la ciencia.
El conferenciante continúa argumentando, que un sistema que
describa por entero a la realidad, ya sea una construcción científica o de
cualquier tipo, debe ser completo y debe ser continuo, cosa bastante lógica
puesto que todas las partes del sistema de la realidad total deben estar interrelacionados,
por lo tanto comenta que dicho sistema no puede tener fallas, no puede tener
huecos. Aquí es donde empieza hablando de una “crisis” en la ciencia, puesto
que se ponen de manifiesto alguna de estas fallas o huecos. Sin embargo, si
comparamos el conocimiento al que se ha llegado respecto al conocimiento de
hace un siglo, yo no veo ninguna crisis, más bien al contrario, se ha producido
una reducción enorme de los huecos. Desde la descripción del macrocosmos con
las teorías de Einstein, a la descripción del microcosmos por la teoría cuántica.
Se ha producido una descripción científica de la realidad que conecta los
primeros instantes de formación del universo con el presente de una forma continua
y sin huecos. Una descripción continua de la realidad que abarca desde
partículas elementales, hasta supercúmulos de galaxias. No, no se trata de una crisis, se trata de un
éxito de la ciencia sin precedentes.
Un inciso respecto a la teoría evolutiva, ya que este señor
comete un patinazo importante. La evolución es un hecho, tan real como el
fenómeno de la caída de los cuerpos. Otro tema es la teoría que describe el
hecho evolutivo (teoría de la evolución, teoría sintética, síntesis evolutiva o
como se le quiera llamar). Los huecos en el registro fósil a los que se refiere
este señor, no se deben a saltos cualtitativos en la evolución, sino a saltos
en la fosilización de los resto orgánicos. Este señor debería estar más
informado acerca del proceso de fosilización y las condiciones extremadamente
ideales en las que se produce una preservación con la calidad suficiente como
para poder ser estudiada, estas condiciones son muy particulares, por lo que la
formación de un fósil es un fenómeno raro e infrecuente, por lo tanto no es de extrañar
que el registro fósil esté lleno de huecos y de saltos. La teoría evolutiva,
debe tomar estas pruebas como una confirmación parcial y no absoluta debido a
esta incompletitud del registro fósil y debe, por tanto, buscar pruebas adicionales
en otros ámbitos, como en la genética, ecología de poblaciones, etc, ámbitos,
en los cuales, la teoría moderna de la evolución se ha mostrado profundamente
satisfactoria.
Obviamente, la descripción científica de la realidad no está
aún completa, y es cierto que existen escollos de un alto nivel de complejidad
como la unificación de la física o el mismo origen del universo que aún deben
ser solucionados, pero no se trata tampoco de una crisis. Aunque el modelo
estándar fracase en su formulación de esta unificación no se deberá considerar
una crisis, sino una redirección del camino de la ciencia hacia el camino
correcto que nos lleve al conocimiento de la realidad.
El núcleo de la conferencia comienza con lo que este señor
denomina “Gran Crisis” que consiste en la formulación de una serie de
principios matemáticos que indican que no es posible elaborar un sistema
axiomático que sea completo (que describa todos los fenómenos que se puedan
producir en dicho sistema), consistente (no posea contradicciones) y definible
(no contenta ambigüedades). Por lo tanto, no es posible elaborar un sistema que
describa la totalidad de la realidad mediante la razón humana (más bien,
mediante la elaboración de proposiciones axiomáticas). O dicho de otro modo, la
razón humana tiene una seria limitación a la hora de explicar sistemas de
cierta complejidad. Sin embargo hay que tener presente lo que la realidad es, y
no es otra cosa que un conjunto finito de reglas relativamente simples. Por
ejemplo la regla de la gravedad, o la regla de la fuerza nuclear fuerte, etc.
La matemática es la herramienta de la razón humana para comprender el conjunto
de reglas de la realidad, pero eso no significa que la realidad tenga que
comportarse como un sistema de conceptos elaborado por el intelecto humano.
¿Significan los teoremas de Gödel y demás matemáticos que la realidad es
inexplicable? Eso depende de finalmente cómo sea la realidad. Debemos primero,
por lo tanto, observar y descubrir cómo es, antes de poder concluir si es
explicable o no o si son necesarias o no una o varias proposiciones externas a
dicho sistema para intentar explicarlo. Primero debemos descubrir cómo es la
realidad, luego veremos si necesitamos premisas externas o no.
Hay que tener siempre presente, que el objetivo es la
descripción de la realidad y comprender cómo funciona y porqué. La razón es el
instrumento que utilizamos para llevar a cabo ese propósito, y como tal, puede
ser eficaz o no, o puede ser eficaz en algunos aspectos y en otros no, etc. A
mí no me interesa saber si debemos ser racionalistas o irracionalistas o una
mezcla de ambas. Lo que me interesa es cómo se comporta esa realidad. Tal vez
sea inalcanzable por el intelecto humano debido a estas incapacidades, o tal
vez sea lo suficientemente simple como para que lo entendamos fácilmente. Por
lo tanto es absurdo adoptar cualquiera de las posturas racionalista o
irracionalista cuando hablamos de fenómenos donde interviene la fe religiosa (aquí
es donde la introduce por primera vez): Racionalista (reducir los fenómenos de
la fe, como la resurrección de Cristo o de comer cuerpo y sangre de Cristo en
la eucaristía, a términos que podamos entender, por ejemplo asumiendo que son
metáforas o alegorías), o irracionalista (separar la fe del racionalismo y
adoptarla como una herramienta para enfocar nuestras vidas), o una postura que
a la que se refiere como una razón distinta (capaz de reconocer qué es
explicable en términos racionalistas y qué fenómenos caen en el terreno de la
fe porque requieren de una explicación externa al sistema).
Lo primero que hay que hacer es analizar cuidadosamente cualquier
fenómeno identificado como “inexplicable”. ¿Es verdaderamente inexplicable?, ¿o
debo concluir que es inexplicable porque lo dice un libro?. Es decir, cuando nos movemos en fenómenos
pertenecientes al terreno de la fe, como por ejemplo la resurrección de Cristo,
¿realmente se llevó a cabo dicha resurrección?, ¿y en tal caso cómo es posible?.
Aquí ya no estamos hablando de un
sistema axiomático completo que requiera de una explicación externa al sistema,
sino de fenómenos particulares perfectamente abarcables y estudiables por la
ciencia. Aceptar dichos fenómenos como algo perteneciente a la fe y no tratar
de analizarlos científicamente es abandonar el deseo de conocer la realidad,
porque el mismo miedo que nos hace intentar entender la realidad, nos hace
adoptar creencias falsas que nos permitan calmar ese miedo y engañarnos a
nosotros mismos cuando nos enfrentamos a conceptos difíciles.
Otro de los puntos cruciales del argumento es cuando
introduce la analogía del avión y del ingeniero. Evidentemente, una persona no
formada no puede explicar cómo puede sustentarse un avión en pleno vuelo, pero
hay principios físicos sencillos de entender detrás de este fenómeno y solo se
trata de adquirir el conocimiento necesario para entender cómo se sustenta un
avión. Esto mismo puede extenderse a cualquier sistema, incluso al universo mismo.
Si cualquier fenómeno particular funciona a través de un conjunto finito de
reglas simples, entonces es comprensible por cualquiera que adquiera el
conocimiento necesario.
Sin embargo el conferenciante utiliza este argumento de
forma que, junto con los principios matemáticos acerca de los sistemas
axiomáticos, le sirve para dar a entender, que el universo debe estar
organizado o “planificado” por una inteligencia de orden superior externa en la
cual confiamos y por tanto nos contentamos con saber que las cosas funcionan
como funcionan porque alguna inteligencia superior lo ha planificado de este
modo. Se da por lo tanto una interpretación finalista (el universo es como es
porque algo o alguien ha querido que sea así) del universo.
De esta forma, el conferenciante enlaza estas ideas con el
asunto de la formación del universo. Plantea dos posturas: Azar y creacionismo.
Al hablar del azar esquiva un poco el asunto, intenta diferenciar lo que es la
causalidad de la libertad (hay cosas que suceden por causa-efecto, y hay cosas
que suceden por libertad del ser humano). Esto es dar un salto tremendo entre
un montón de fenómenos intermedios, fenómenos a medio camino entre la simple
causalidad de una reacción química que produce la combustión de un billete de
500 euros, hasta el intrincado comportamiento humano. En este ámbito de cosas
surge lo que en ciencia se denomina como Caos o comportamiento estocástico, que
se trata ni más ni menos que de la dificultad de hacer predicciones en sistemas
complejos de muchas variables en los cuales el más mínimo error en la lectura
de las condiciones iniciales conduce a predicciones erróneas en un futuro a
corto, medio o largo plazo. El comportamiento humano es uno de estos fenómenos
estocásticos. Nuestro comportamiento no es impredecible porque seamos libres,
es impredecible porque es complejo, y hoy por hoy no disponemos de la capacidad
suficiente como para analizar todas las variables de las que se compone un
sistema de pensamiento o conciencia humana. Incluso aunque algunos aspectos de
la conciencian tengan una naturaleza relacionada con el comportamiento del
mundo cuántico (como algunos autores dan a entender, p. ej. Roger Penrose),
esto no implica que las acciones de las personas sean impredecibles.
Después de dar este salto descomunal y de dar a entender que
el azar no existe, sino que existe causalidad y libertad, comenta incluso que
ciertas personas “sensatas” (hace referencia a ciertos ateos, agnósticos o
filósofos) piensan que el modelo creacionista (modelo del universo como
creación de Dios) otorga una gran coherencia al modelo científico de creación
del universo. Sin embargo vuelvo a
resaltar lo mismo de siempre: el universo es como es independientemente de cómo
nosotros queramos que sea. El universo no tiene porqué ser coherente o
incoherente. Somos nosotros con nuestros prejuicios quienes afirmamos que el
universo debe ser coherente. Como verdaderos científicos debemos deshacernos de
prejuicios e investigar la realidad tal y como es, no como nos gustaría que
fuera.
Al margen de esto, aunque un modelo creacionista otorgase
cierta coherencia, eso no quita que se deba poder investigar acerca del
creador. Si realmente existe una conexión, y (volviendo al principio), las
partes del sistema deben de estar interconectadas, entonces el creador debe
poder ser sujeto de estudio científico del mismo modo que lo es un quark o una
galaxia. Si realmente existe una conexión real entre nuestra realidad y un
posible creador, entonces no estamos sino ante una extensión de la propia
realidad, y como tal, estudiable científicamente y expuesta al mismo problema
de los sistemas axiomáticos que tratábamos antes. Si intentamos explicar dicho
sistema a través de un conjunto de axiomas de cierta complejidad, entonces
volveremos a necesitar una explicación externa y por lo tanto, la explicación
de un universo creado por Dios se torna del mismo modo incompleta.
A parte de este importante defecto recurrente del que el
conferenciante parece no darse cuenta (o no quiere darse cuenta), yo no veo
porqué debe proporcionar la explicación creacionista cierta coherencia al
sistema. Si el universo finalmente resulta ser un fenómeno dentro de una
realidad mayor, dicho fenómeno puede no requerir de un modelo creacionista,
sino que simplemente puede ser un fenómeno como otro cualquiera dentro de dicho
“universo extendido”. Por ejemplo el tan afamado problema de las constantes del
universo (lo que se denomina principio antrópico), que consiste en la aparente “perfección”
en que las constantes universales están finamente ajustadas de forma que existe
vida inteligente, puede explicarse en un multiverso en que cada universo o
parcela de este multiverso tiene un subconjunto diferente de valores para estas
constantes fundamentales de forma que la vida inteligente aparece justamente
sólo en aquellos universos cuyas constantes sean las adecuadas. No estoy
defendiendo la idea del multiverso (no
es ciencia verdadera, ya que no pueden elaborarse predicciones que puedan
falsarse), pero es una idea válida que también otorga coherencia a nuestro
modelo de creación del universo sin recurrir a la acción de una posible
inteligencia ordenadora.
Otra de las preguntas profundas que expone el
conferenciante es la de “porqué existe
algo en lugar de no existir nada”, sin embargo incluso una explicación
creacionista no pone solución a dicho problema, puesto que si dios es el principio
causal de nuestro universo y, por lo tanto, debe existir una conexión real de
causa-efecto, entonces la realidad “extendida” que incluye tanto a nuestro
universo como a la realidad que envuelve al creador puede someterse
recurrentemente a la misma pregunta.
En cualquier caso nos enfrentamos a un tema más del tipo
filosófico que científico, y cualquier respuesta es igualmente válida frente a
otra, ninguna otorga más coherencia que la otra.
De este modo el conferenciante pasa de la necesidad de una
explicación externa para un sistema completo a la hipotética coherencia que el
modelo creacionista aporta a la explicación del origen del universo y lo enlaza
con la necesidad moral de la existencia de Dios citando a Sartre. Pero aquí ya
estamos perdiendo la pista de lo que verdaderamente se hablaba al principio,
que es la tendencia del ser humano a conocer el entorno que le rodea, a conocer
la realidad. El objetivo es conocer la realidad, no adoptar una u otra forma de
ver las cosas para enfocar mi vida, el objetivo no es cómo vivo mi vida, ni qué
impacto tiene sobre los demás. No estoy diciendo que no haya que vivir en
sociedad ni que haya que adoptar unas ciertas normas de convivencia, pero no
hay que mezclar de lo que estamos hablando. El hecho de que la realidad sea de
una u otra manera no debe afectar a los principios morales o sociales con los
que me relaciono con los demás. Esta mezcla es una táctica de los “filósofos”
religiosos para intercalar la idea de que la moralidad o el comportamiento
social se basan en unas reglas que “trascienden” la realidad, que están más
allá de la realidad física. Es aquí donde se produce un punto de inflexión y
donde el conferenciante abandona cualquier intención de hablar acerca de la
realidad y se dedica a debatir acerca de dichos principios morales, los cuales,
según él, deben proceder de una “verdad” más fundamental y externa al sistema
físico.
Para terminar, una de las frases chocantes de la conferencia
es la de “la apertura de la razón a la fe es connatural a la razón”, es decir,
la razón humana es un subcojunto de una razón superior que incluye la “sabiduría
divina”, que entre la razón y la esta razón superior existe una “discontinuidad
continua” que sólo se puede atravesar por medio de la fe. Este acceso a una “verdad de orden superior”
es la que nos otorga la verdad acerca de la moralidad. Que la moralidad no
puede deducirse por meros procesos racionales y que, de seguir por ese camino,
se llega a la relatividad moral, la “entroponomía” o entropía en las leyes, o
caos en las leyes. Es decir, que las normas morales, no pueden razonarse, sino
que deben imponerse desde un nivel superior, un nivel trascendente a nuestra
existencia. De este modo, una conferencia que se promociona como un
acercamiento a la verdad de la realidad, a la naturaleza de la razón, se torna
en una discusión acerca de las normas morales del ser humano.
Nuevamente debemos
tener presente lo que es a realidad, y la forma en la que debemos abarcarla. A
la realidad no le importan nuestras normas morales. El universo seguirá
existiendo cuando nosotros desaparezcamos. El universo está repleto planetas
con sus propios seres y quizás con sus propios seres conscientes con sus
propias normas morales. ¿Qué le importa al universo lo que sucede en un
minúsculo planeta en una minúscula galaxia apartada a un minúsculo rincón del
universo? ¿Cómo puede tomarse en serio siquiera la pretensión de que un ente
superior ha puesto este universo para nuestro uso y disfrute?, ¿cómo se puede
ser tan absurdamente antropocentrista?. Es un discurso profundamente
descorazonador y sólo revela una profunda despreocupación por conocer cómo es
la realidad en sí misma. Para alguien quien dice estar en busca de la verdad,
no puede ir por un camino más errado. Para ver la realidad a la cara hay que
mirar al frente, no mirarse su propio ombligo. Hay que dejarse de filosofías
absurdas y de tratar de acceder a la realidad desde meramente lo racional. La
ciencia necesita de observar, de observar la realidad, de experimentar. Se
necesita mirar a la realidad para poder comprenderla, no esquivarla. ¿Cómo se
puede decir que la ciencia cojea en tal o cual sentido si me dedico a leer
filosofía en lugar de coger un microscopio?.
4 comentarios:
Uff, dos o tres videos más como ése y puedes escribir un libro! ;XD.
La realidad es la realidad: para mí es la frase más ineludible. Existe pues una realidad externa no inventada. Ahora bien, nosotros sólo podemos conocer esa realidad a través de nuestros sentidos, los cuales, sólo están en un sentido pragmático, esto es, los sentidos nos permiten percibir la realidad inmediata a nosotros.
¿Pueden existir cosas de la realidad que escapen a nuestros sentidos?. Y no me refiero a una cuestión de escala, pues a fin de cuentas lo microscópico, lo ultrasónico y lo megaínfimo lo percibimos con nuestros sentidos ayudándonos de otras herramientas.
Pero si nuestros sentidos sólo se desarrollaron en un sentido pragmático... ¿puede haber partes de la realidad imperceptibles por los sentidos?.
En cuanto a la razón... es más de lo mismo. La razón es un algoritmo mental para poder adaptarnos a la realidad percibida por los sentidos, por lo tanto... ¿puede alguna parte de la realidad escapar a la razón?.
De forma práctica... ¿qué importa la parte de la realidad que se nos escapa?, pues si se nos escapa es como si no existiera.
¿Pero qué ocurre con aquellos quienes intuyen una realidad que se escapa a nuestros sentidos y razón?. ¿Están equivocados?, ¿importa si lo están?.
Hola Joakin.
Como bien dices, el único vehículo que nos permite conocer la realidad son nuestros sentidos, y si hay algún aspecto de dicha realidad que escape a nuestros sentidos, construimos herramientas que nos permitan alcanzar dicho aspecto, pero en esencia se reduce a lo mismo, explicar lo que percibimos con nuestros sentidos, pues es lo que percibimos con ellos lo que define la realidad que nos afecta.
El hecho de que los sentidos de las personas puedan variar entre las personas y que "una realidad" pueda ser diferente de "otra realidad" percibida por otra persona no tiene nada que ver con lo que se discute en esta entrada. Este "relativismo de la realidad" sería motivo de otra discusión.
Lo que aquí me preocupa es la versión "filosófica" del acercamiento a la realidad a través de la razón pura. Hecho del cual, desde tiempos de Galileo, se intenta evitar a toda costa desde el punto de vista científico.
Desde el punto de vista de la ciencia, lo que importa es la observación de la naturaleza, tanto si es para la elaboración de hipótesis de partida que permitan explicar uno u otro hecho natural, como para realizar los experimentos que permitan confirmar o rechazar una determinada teoría. Aquí, la razón deja de tomar un papel principal. La razón se utiliza para buscar una explicación en términos lógicos de un determinado fenómeno, pero lo que importa es el fenómeno en si, no el razonamiento.
Por este motivo, debo rechazar la conferencia del Sr. Pablo Domínguez. Porque más de 4 siglos de ciencia parecen no hacer mella en los recalcitrantes argumentos filosóficos o incluso "pseudofilosóficos" para convencer a otras personas de que no sólo se debe utilizar la razón para acercarse a la realidad o a la "verdad", sino que además, la fe debe utilizarse para acercar la razón a un nivel "superior" de "verdad". Nuevamente, debemos ceñirnos a lo que nos dicen nuestros sentidos (o las "extensiones" de nuestros sentidos) y tratar de explicarlos usando la razón (obviamente, la fe no tiene sentido alguno aquí) sin perder de vista lo que nos cuentan los fenómenos, lo que nos cuenta la realidad.
En cuanto al "relativismo de la realidad" al que hice alusión antes, sólo diré que únicamente el consenso entre individuos puede llevarnos a revelar ciertos "mecanismos" o "patrones" en el comportamiento de la naturaleza que son comunes y no relativos. De esta "realidad relativa", por lo tanto, se puede deducir este conjunto de patrones comunes que podrían, por tanto, identificarse como "realidad absoluta", la cual debemos de tratar entender si queremos tener algún tipo de control sobre nuestras vidas y sobre nuestra supervivencia como especie.
Un saludo!
Este vídeo es DIEZ. Menos mal que, en contra de la recomendación del blogger, lo he buscado en YouTube y lo he encontrado. Gracias al blogger por ponerme en esta pista. Lástima que haya tan pocos filósofos de talla. Descanse en paz Pablo Domínguez.
Y sigo recomendando su NO visionado.
Para una persona con inquietudes acerca de cómo funciona la realidad, la única aproximación posible es el método científico. Todo ese discurso es vacío y no sirve para nada.
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