
Bueno sigamos con las siguientes partes de este "documental".
Recordemos, del post anterior, que el principal argumento del documental es que nuestra mente elige consciente o inconscientemente alguna de entre las infinitas posibilidades que ofrece la mecánica cuántica y que, por lo tanto, tenemos la capacidad de crear nuestra propia realidad.
Como ya dije en el post anterior, el hecho de que las múltiples probabilidades se materialicen en una única historia no depende de nuestra consciencia o del observador (como se verá más adelante) sino de un conocido efecto que en mecánica cuántica se denomina decoherencia. El fenómeno de la decoherencia hace que el mundo macroscópico (la escala de cosas grandes como humanos, casas, animales, o incluso montañas, planetas, galaxias, etc) tenga una única historia que consiste en la suma de las historias de las partículas por separado. Esta suma puede hacer que las "infinitas" posibilidades que ofrece el mundo cuántico se queden en unas pocas y finitas posibilidades bien definidas que son las que vemos en el mundo cotidiano.
Parte 3:
Parte 4:
En estas partes se tocan un par de temas interesantes. El primero de ellos (y para mí más interesante) es el hecho de porqué nuestras acciones pueden influir en el futuro, pero no tienen capacidad de influir sobre el pasado. Efectivamente, las leyes físicas no distinguen entre pasado y futuro, es decir, las mismas leyes físicas pueden funcionar tanto si el tiempo discurre hacia adelante como si discurre hacia atrás. Pero el hecho de porqué recordamos el pasado y no el futuro (o el futuro en lugar del pasado si el tiempo marchara al revés) tiene más bien que ver con principios termodinámicos, y, concretamente, con la segunda ley de la termodinámica. Esta ley nos indica que la dirección en la que recordamos cosas tiene que coincidir con la dirección en la que el desorden global del universo es menor.
De este modo, nuevamente, la dirección temporal en la que ocurren las cosas no dependen de nuestra elección sino de cómo se suman las historias de las partículas. Por lo tanto no se debe tener en consideración el concepto de retroceder en el tiempo por iniciativa de nuestra consciencia, tal y como se indica en el vídeo.
El otro aspecto, menos interesante, tiene que ver con el significado de la palabra "solidez". Efectivamente, tal y como se dice en los vídeos, la materia está hueca, es decir, hay enormes espacios vacíos entre los núcleos atómicos. La sensación d e solidez no viene pues del contacto de átomos sino de la interacción de los campos electromagnéticos de las cargas de los electrones. Los electrones se repelen entre sí y esto es lo que causa la sensación de solidez. Esto es correcto, pero este hecno realmente no importa. Un golpe fuerte sigue doliendo más que uno débil porque la energía cinética se transmite a través de la interacción electromagnética. El hecho de que la materia sea transparente o esté casi vacía no resta significado a la palabra solidez, sólo hay que sustituir el concepto de habitual de solidez por el concepto de campo de fuerza.
Otro concepto digno de mención es el de partículas que "desaparecen" de nuestra existencia. Bien, supongo que se refiere a lo que en mecánica cuántica se denominan partículas virtuales. Las partículas virtuales son versiones de las partículas reales pero con una duración en el tiempo muchísimo menor, tanto que es realmente imposible detectarlas en el laboratorio. Estas partículas virtuales son el instrumento de la mecánica cuántica con el que las partículas reales interaccionan entre sí. Es decir, la interacción electromagnética se describe en mecánica cuántica como el intercambio de partículas virtuales (en este caso fotones virtuales). Esto no significa que cuando no se vean se hayan ido a alguna otra parte, simplemente no existen.
Bien, a finales de la parte 4 y durante la parte 5 la discusión se centra en un aspecto crucial de la mecánica cuántica: el concepto de superposición.
Parte 5:
Bien, sabemos que la materia a veces se comporta como si estuviera hecha por ondas y a veces se comporta como si estuviera compuesta por partículas. Luego de esto surgió el famoso experimento de la doble rendija, en que partículas de materia son disparadas una a una a través de las rendijas y aún así se producen ondas de interferencia (¿cómo puede interferir una partícula consigo misma?). Bien, a partir de estas cosas surge el concepto de función de onda. La función de onda nos indica una probabilidad, no nos dice que la partícula esté aquí o allí, sino que indica una zona del espacio por la que está repartida la partícula (esto es lo que se denomina estado de superposición). Cuando la partícula atraviesa las rendijas, es la función de onda la que causa el patrón de interferencia.
Sabiendo ya, más o menos, el concepto de función de onda podemos abordar el asunto del observador. Cuando en física nos referimos al observador, en realidad nos referimos a un proceso en el que la luz interacciona con un proceso físico. Para poder ver algo, es necesario iluminarlo con luz, y la luz puede afectar el proceso que estamos intentando medir. Esto puede llevar a lo que se denomina "colapso de la función de onda". Cuando una función de onda se colapsa deja de indicar probabilidades, la partícula deja de estar repartida por una zona del espacio y pasa a ocupar un lugar definido (unas propiedades definidas, el lugar es una de ellas, pero hay otras propiedades que pasan a tener un valor determinado). De este modo nos damos cuenta de que observar un proceso puede colapsar las funciones de onda de los objetos observados, es por ello por lo que las partículas abandonan su estado de superposición cuando se colapsa su función de onda. Por lo que al observar el experimento de la doble rendija observamos dos bandas definidas en lugar de un patrón de interferencia.
De esta forma, no hay ninguna conclusión posible en la que el observador tenga un papel más importante que el de "perturbador de la realidad", pero no es el hecho de observar lo que la perturba (entendiendo observar como percibir información) si no el hecho de que la materia interaccione con la luz y se colapse la función de onda.
La mecánica cuántica no cuenta nada acerca de qué papel juega la conciencia en todo esto, sino que indica sólamente cómo actúan las partículas bajo determinadas condiciones. Todo lo demás es extrapolar indebidamente y sacar conclusiones basadas en suposiciones infundadas.
Y con esto me despido hasta reunir fuerzas de nuevo y continuar con el resto de los vídeos.
Hasta entonces.